Después de un tiempo Estados Unidos y China lograron un acuerdo sobre la comercialización de sus productos en ambos países.
Esta guerra comenzó después que Estados Unidos quisiera aplicar aranceles de importación a China valorados en cientos de miles de millones de dólares.
Este acuerdo se dio a conocer primeramente en la casa blanca cuando el presidente Donald Trump acepto el acuerdo, horas más tardes China se pronunció en una rueda de prensa de “emergencia” afirmando también este acuerdo.
Si estos aranceles se hubiesen aplicados las mercancía tanto tecnológica, como textil o de otra rama habrían sufrido una variación altísima en costos, ocasionando que los precios subieran muchísimo.
Los negociadores de Estados Unidos estarían planeando una dura reducción en los costos de los aranceles, por su parte China ofreció adquirir grandes cantidades en masa de diferentes productos para equilibrar la importación y exportación en ambos países, haciendo un tipo de convenio de intercambio de productos.
Cabe destacar que este acuerdo puede cambiar o variar ya que no es definitivo, se estarían evaluando otras opciones y más si Pekín decidiera romper una de las reglas del presente, a lo cual EE.UU podría aplicar nuevamente estos aranceles.
