Por Tony Marrero

Tampa Bay Times

TAMPA– Luego de meses de reunirse con electores en bibliotecas y cafeterías, el Senador de Estados Unidos Marco Rubio y su personal han abierto una nueva oficina en el área de la Bahía de Tampa.

La oficina de Rubio silenciosamente comenzó a hacer negocios el 8 de enero en la nueva oficina regional en el Juzgado Federal Sam M. Gibbons en el downtown de Tampa. La apertura de la nueva oficina se produce casi un año después de que el ex propietario del edificio en el área de Westshore sacara al personal del senador republicano debido a las manifestaciones semanales de activistas fuera del edificio ya que molestaban a otros inquilinos.

“Su ubicación en el centro de la ciudad es central para el área de la Bahía de Tampa y se encuentra a aproximadamente una hora de casi todos los puntos de los nueve condados cubiertos” por la oficina regional, expresó Anthony Cruz, el vocero de Rubio a través de un correo electrónico.

La oficina de Rubio generalmente tiene dos empleados. Por ahora, la oficina cuenta con Jonathan Torres como director regional.

“Esperamos contar con personal completo en la oficina en breve, ya que el senador Rubio continúa luchando por la región de Tampa Bay y el resto de Florida”, dijo Cruz.

Cuando se le solicitó una copia del contrato de arrendamiento, la oficina de Rubio envió la solicitud a la Administración de Servicios Generales de EEUU. El GSA no respondió de inmediato.

Los problemas de la oficina de Rubio comenzaron el 1 de febrero de 2017 cuando el propietario de Bridgeport Center, un centro de oficinas de nueve pisos en 5201 Kennedy Blvd., notificó al personal de Rubio que su contrato no se renovaría y que Rubio tenía 30 días para irse.

La razón: Manifestaciones semanales fuera del edificio de activistas que buscan presionar a Rubio en una variedad de cuestiones. Varios grupos organizaron demostraciones semanales instando a Rubio a celebrar reuniones municipales y resistirse a la agenda del presidente Donald Trump. La estrategia se desarrolló en Florida y el país.

Los manifestantes interrumpieron a otros inquilinos y le costaron a la compañía demasiado dinero, dijo Jude Williams, presidente de la compañía de arrendamiento America’s Capital Partners, al Tampa Bay Times en marzo.

Ese mes, el arrendador de Rubio en Jacksonville también le pidió que se fuera, en parte, porque las manifestaciones interrumpieron una clínica de comportamiento pediátrico contigua, dijeron Rubio y su equipo. El contrato de arrendamiento de Jacksonville finalizó el 30 de abril y Rubio encontró un espacio el mes siguiente en el tribunal de Bryan Simpson de EEUU.

La cobertura de noticias sobre el expulsión de Rubio puso a los propietarios de Tampa Bay y las compañías de administración de propiedades en aviso de que el senador podría traer problemas como inquilino. Eso se sumó al desafío de encontrar un espacio en un mercado de alquiler comercial ajustado, donde las tarifas de arrendamiento son altas y las tasas de desocupación son bajas.

Una portavoz de Rubio le dijo al Tampa Bay Times en julio que las conversaciones con posibles propietarios estaban en curso y que el personal del Senador esperaba tener una oficina “pronto”. Mientras tanto, el personal de dos personas de Rubio improvisó, se reunió con los electores en cafeterías, bibliotecas y otros espacios públicos.

La oficina no ha respondido a las preguntas del Times sobre cómo los empleados se aseguraron de que los documentos confidenciales sensibles permanecieran seguros mientras estaban en esa transición.

Cruz dijo el martes que “la disponibilidad muy limitada de espacio en el palacio de justicia federal fue un factor importante” en cuánto al tiempo que le llevó abrir una nueva oficina.

“Además, mudar una oficina del Senado a un juzgado federal implica múltiples agencias en las tres ramas del gobierno”, dijo Cruz.

Varios meses después de que el personal de Rubio se mudara del edificio Westshore, manifestantes de grupos como Indivisible Action Tampa Bay se reunieron en la intersección de Kennedy Boulevard y Dale Mabry Highway.

La fundadora Christine Hanna dijo que los miembros de su grupo esperan programar una reunión con el personal de Rubio para un “calentamiento de la oficina”. Actualmente no hay planes para manifestarse fuera del juzgado, dijo Hanna.

“Cuando hay una necesidad de hacer oír nuestras voces, cuando hay algo que queremos traer al senador, planeamos hacerlo”, agregó Hanna.

Jamie Delgado, quien se desempeña como oficial de defensa política para Indivisible Action Tampa Bay, dijo que espera que los desalojos de Rubio lo impulsen a responder mejor a las solicitudes de los electores para una reunión en el ayuntamiento.

“Las demostraciones no fueron en vano”: dijo Delgado. “Sucedieron porque ignoró a Tampa y Jacksonville”.

Rubio todavía tiene que celebrar una reunión en el ayuntamiento en el área de la Bahía de Tampa. Cuando llegue nuevamente el momento de manifestarse, las administración de propiedad pública como lo es un tribunal federal tienen sus ventajas para los activistas respetuosos de la ley, dijo Delgado.

“Nunca habrá ese riesgo en el que las autoridades expulsen simplemente a la gente de la propiedad”, dijo Delgado. “Siempre pueden expresar su opinión si son pacíficos”.