Édgar José Perea Arias o “El negro Perea”, fue reconocido internacionalmente por su trayectoria como locutor y narrador deportivo desde la década de los 80 en radio y televisión.
Perea, nacido en el Condoto, Chocó, el 2 de junio de 1936, logró cautivar al público colombiano con su singular voz. Luego de su reconocimiento como uno de los mejores narradores de fútbol, Édgar Perea decidió dejar a un lado la carrera que lo hizo grande y dedicarse a la política. El amor que cultivó fue garante para que lograra ser Senador de la República y luego Embajador de Colombia en Sudáfrica.
Sus inicios en la locución fueron en Barranquilla donde en 1966 logró ocupar un puesto narrando los partidos como local del Junior, el club del cual es un ferviente hincha y al que le dedicó la memorable frase «Juniortu papá». Fue ahí donde transformó su inexperiencia en sabiduría para lograr ser uno de los relatores más importantes de fútbol en CaracolRadio.
Sin embargo, el narrador deportivo no se limitó al fútbol en su carrera,Perea fue locutor de béisbol, boxeo y ciclismo durante muchos años.
Al terminar su carrera política como embajador, Édgar Perea retornó a la profesión que lo llevó a la grandeza, volvió a la radio deportiva en laCadena Todelar.
Familiares, acompañados principalmente por su hijo Édgar Perea, han llegado hasta la Clinica Santa Fe.
«Mi papá fue un ejemplo. El momento es bien difícil pero queremos recordarlo con grandeza, por su importancia para Colombia. Era tan único que no le gustaba narrar con otras personas y por eso lo recuerdo, por ser diferente a todos. Me pedía siempre quitarme los colores de una camiseta cuando tenía que narrar y comentar partidos. Era un ejemplo, repito, para los periodistas, para las personas y para todo el país», dijo Édgar Perea Agudelo, hijo del periodista deportivo.
El cuerpo del campeón será velado en Bogotá y el jueves se espera sea trasladado a Barranquilla, donde miles de personas lo recuerdan como un orgullo de la Costa Caribe.