La mansión de Pablo Escobar en Miami fue vendida en más de 9 millones de dólares ubicada en una de las calles más costosas de Miami Beach, con vista al mar y al centro de la ciudad.
La historia cuenta que la mansión fue confiscada por las autoridades federales estadounidenses en el año 1987 junto con más de 20 millones de dólares en propiedades que pertenecían en ese momento al “Cartel de Medellín”. Dentro de este paquete, estaba incluido otro apartamento de tres habitaciones, también ubicado en Miami, un edificio con 45 unidades, una quinta ubicada en la ciudad de Okala (en el norte del estado de La Florida), donde se criaban caballos de competición, para luego ser vendidos en diferentes lugares a nivel mundial y 240 departamentos únicamente destinados a la renta, ubicados en Fort Lauderdale con un valor aproximado de 9 millones de dólares.
El reconocido empresario de Miami, Christian Berdouare, dueño de la cadena de restaurantes Chiken Kitchen, adquirió la mansión que le perteneció al narcotraficante colombiano Pablo Escobar. Tiene casi 700 metros cuadrados y está ubicada en una de las exclusivas islas de Miami Beach.
Su propietario, Berdouare decidido demoler la construcción y levantar una nueva para evitar la “energía tan fuerte que posee la propiedad debido a las malas costumbres de su dueño”.
Según dejaron trascender los vecinos y los agentes de bienes raíces que tuvieron la oportunidad de visitar la propiedad, se cree que Pablo Escobar estuvo disfrutando de la propiedad en escasas oportunidades en forma temporal, aunque la casa no permanecía desocupada.
Dijo un vecino que podíamos darnos cuenta porque la cuadra se llenaba de guardias privados y rodeaban la propiedad con embarcaciones de seguridad y aparecía un desfile de limusinas y autos lujosos, que se quedaban a disfrutar de la fiesta hasta altas horas en la noche.
Escobar, el mayor narcotraficante que haya tenido Colombia, fue abatido el 2 de diciembre de 1993 sobre un techo de Medellín, dejando 50.000 víctimas detrás, según cifras de la ONG. El capo, amo y señor de Medellín durante más de una década hasta su muerte, poseía varias propiedades en Estados Unidos que le fueron confiscadas