Crónica virtualExtenso diálogo de economía naranja entre Duque y Maluma
–¿Para dónde va señor?, le dijo la recepcionista de la Casa de Nariño a Juan Luis Londoño Arias.
–Jajajaja, ¿no me conoces?
–No señor, le contestó la agraciada dama.
–jajajaja, guevis, soy Maluma.
–¿Malu qué?
–Maluma…el cantante. El de “Te presto mis ojos/ Para que veas lo hermosa que eres/ Te presto mis manos/ Para que toques las nubes si quieres/ Te presto mis dedos para que recuerdes/ Todo lo que hicimos esa noche del viernes”, le empezó a mascullar el vocalista ante la indiferencia de la señora que daba el visto bueno a la Casa de Nariño.
–¡Guarda!, por favor, gritó al ver al señor de colina, barbita y risitas tímidas.
Entonces el cantante se calló y no sabía qué hacer cuando apareció un señor encorbatado de protocolo y le informó a la recepcionista que el hombre tenía una cita con el presidente.
Subió a la oficina del mandatario, quien lo esperaba con sus hijos, amigas de sus hijos y unos cuantos hijos de funcionarios que miraban al reguetonero con asombro. Él les hizo algunos ademanes de movimiento y los jovenzuelos le pidieron que cantara “Felices los cuatro”.
“Apenas sale el sol y tú te vas corriendo/ Sé que pensarás que esto me está doliendo/ Yo no estoy pensando en lo que estás haciendo/Si somos ajenos/ Y así nos queremos”…
Gritería en los pasillos de tapete rojo de la casa presidencial.
El gobernante de los colombianos lo saludó afectivamente: “Bienvenido viejo man” y le dio un fuerte abrazo.
–Uy qué rechimba de oficina y mire qué rechimba ese patio, grande como un putas.
–Esa es la Plaza de Armas.
–Pero no veo ni una, jajajaja.
–Miren a este man empiyamado….
–Hombre, respete, ese es Simón Bolívar en su discurso en el Congreso de Angostura.
–Uy qué chimba.
–No hermano, pero este piano reviejo debería de cambiarlo….
–Ese piano era de Manuelita Sáenz.
–¿Y ella en qué grupo tocaba?
–Hombre, Manuelita Sáenz la amante de Bolívar.
–Uy qué rechimba. ¿Y estos tapetes por qué los tienen ahí colgados? ¿No sería mejor secarlos en la Plaza de Armas?
–No son tapetes. Son gobelinos, muy finos, elaborados en Francia en los talleres de Gobelín.
–¡Rechimba! Tan bacano ese pájaro. Debe ser una pintura abstracta de un man de dosis mínina.
–No señor. Es un cóndor hecho por el maestro Obregón.
–Uyyyy, tan cacharra esta bandera.
–Es una obra tejida por la familia Amaral, hecha con lana campesina, crin y algodón. Se demoraron seis meses en hacerla. El presidente Belisario Betancur la utilizaba en sus alocuciones presidenciales.
–¿Y estos manes que están en este salón quiénes son?
–Este es el despacho presidencial. Y esos cuadros son de Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y Antonio Nariño.
–¿Reguetoneros?
–No, hombre, padres de la patria.
–Uy qué chimba.
–Este es el Salón Azul o Salón de la Patria y es el comedor donde nos reunimos con algunas personas y esas pinturas son de regiones de Colombia pintadas por el maestro Antonio Barrera, un destacado paisajista bogotano y esos jarrones los regaló el gobierno de China.
–Rechimba.
–Este otro es el salón Virreinal.
–¿Acá vienen las reinas de belleza? ¿Las chimbitas?
–No, hombre se refiere a los virreyes. Ese cuadro es del virrey Sebastián Eslava quien defendió a Cartagena cuando los corsarios ingleses quisieron tomarse la ciudad.
–Rechimba maestro. ¿Y este jarrón?
–Mucho cuidado. Es un escarabajo hecho en Alemania y acá está la capilla que mandó construir doña Lorencita Villegas de Santos y allí rezó san Juan Pablo II. ¿Qué quieres tomar Maluma?
–Sisas parcero. Un jugo de naranja. ¿No me dijo que viniera por un jugo de naranja?
–Bueno, quería hablar sobre economía naranja.
–Ah eso debe ser pa’ los campesinos. Yo poco de naranjas. Una abuelita si las cultivaba. ¿Le gusta el jugo de naranja con avena?
–Es una rechimba.