El expresidente Álvaro Uribe Vélez es, sin duda, uno de los personajes más reconocidos de Colombia. Amado por muchos y odiado por otros tantos, se ha ganado un lugar en la historia reciente del país por su particular forma de ser y por las iniciativas que como presidente y ahora como senador ha sacado adelante.
Y aunque sí, muchos no lo quieren ni un poquito, es prácticamente idolatrado por buena parte de la población colombiana. ¿Por qué? Acá tratamos de explicarlo en 10 razones por las que la gente lo ‘ama’:
1. Es coherente
Uno de los más grandes méritos de Álvaro Uribe, desde que comenzó su carrera en el Concejo de Medellín es que es un político coherente con su modo de pensar. Uribe nunca ha cambiado su discurso, como muchos otros políticos que se acomodan a su conveniencia. El ‘mano firme, corazón grande’ que lo llevó a la Presidencia, ha sido su filosofía desde siempre y, por lo que ha mostrado hasta ahora, lo será para siempre.
2. Líder natural
Uribe ha demostrado con creces una capacidad de liderazgo sin igual. Él solito ha instaurado en el país una nueva forma de pensar –el uribismo- y no solo fue el primer presidente en ser reelegido sino que además, en las últimas elecciones, movilizó a más de siete millones de colombianos para que votaran por el Centro Democrático, su nuevo partido, con el que logró 39 curules en el Congreso y una apretada elección a la Presidencia.
3. Es popular
Ampliamente ligado con el punto anterior, pues no pudo haber conseguido semejante liderazgo si una sobresaliente popularidad. Para poner un ejemplo, una encuesta realizada por la firma Datexco indica que, para el 52% de los colombianos, es el “mejor presidente de los últimos tiempos”. Durante los ocho años de su presidencia, sus índices de popularidad siempre estuvieron sobre el 70%.
4. El ‘Gran Colombiano’
Un ‘concurso’ realizado por el canal History Chanel en 2013 zanjó una gran polémica, pero le dio el título a Uribe como el colombiano más importante de la historia, por encima de Gabriel García Márquez, Jaime Garzón o Simón Bolívar, entre muchos otros. A ‘el Gran Colombiano’ lo eligieron los colombianos por medio de votación en internet y la victoria fue arrasadora.
5. Mano fuerte
A modo de ver de sus millones de seguidores, Uribe es una persona que entiende a Colombia y los problemas que afronta, principalmente el de la seguridad. De hecho, con su política de ‘Seguridad Democrática’ logró la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia y reducir el pie de fuerza de las guerrillas a niveles históricos.
6. Abrió el camino
Uribe ha sido uno de los presidentes que más fuerte ha golpeado a las Farc (si no el que más) en los últimos 50 años. Las derrotas militares de la guerrilla la pusieron en inferioridad, lo que causó, para muchos, que se vieran obligadas a buscar una salida negociada al conflicto antes de que las exterminaran. Es decir, sin los golpes de Uribe a la guerrilla, no habría proceso de paz de La Habana.
7. Amor a la patria
Y si hay algo por lo que amar a Uribe es el profundo amor que le tiene a la Patria, a Colombia. Y cómo lo profesa. El ahora senador ha refundado en los colombianos un sentimiento de orgullo y respeto por los símbolos patrios, por su territorio, por el país; por todo lo que tiene que ver con Colombia. “Esta patria hay que quererla, y nos tenemos que hacer moler por esta patria”, dice Uribe.
8. Cero tolerancia con el terrorismo
Y con ese refundado amor por Colombia, animó a los colombianos a rechazar todas las formas de violencia y terrorismo contra el país, movilizando a la población a darle la espalda a la delincuencia y la subversión.
9. Los tres huevitos
Con sus tres huevitos (seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social) le devolvieron la esperanza a millones de colombianos que, antes de que él llegara a la Presidencia, vivían en condiciones difíciles y pesimistas. Esto hizo que el país dejara de verse como una nación fallida y comenzara a creer que un país distinto es posible.
10. Una visión diferente
Uribe también logró algo que nunca se pensó: que en el mundo dejaran de estigmatizar al país por su violencia. Si bien es cierto que alrededor del planeta aún hay ideas hostiles hacia Colombia, la forma en que se ve al país en el extranjero es cada vez más diferente y amable. Cada vez menos relacionada con la guerrilla y el narcotráfico y más con las cosas positivas del país.
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