Acuerdo con el Eln: ¿el primer milagro de Francisco?

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DÓNDE ESTÁ LA BOLITA

Acuerdo con el Eln: ¿el primer milagro de Francisco?

El anuncio sorprende y es una apuesta que pondrá a prueba la seriedad del proceso: le servirá al Gobierno para saber si vale la pena seguir y al Eln que está en Quito demostrar qué tan unificado está el mando.

Acuerdo con el Eln: ¿el primer milagro de Francisco?
 El cese del fuego bilateral con el Eln por 102 días –casi un aterrizaje forzado por la vista del Papa Francisco a Colombia– podría haber tenido al menos dos escenarios menos afortunados: que hubiera sido unilateral por esa guerrilla solo durante los días de la visita papal, o que hubiera sido solo del fuego y no de hostilidades. En esa medida, el anuncio desde Quito es positivo, así haya dudas como sucede siempre que se logran acuerdos con los elenos.

Este acuerdo, en medio de una negociación difícil, tiene más elementos positivos que negativos: es un paso más clave hacia la paz completa; llega en un momento en que nadie daba un peso por la mesa de Quito donde la línea guerrera del Eln estaba pesando más que la moderada y en ese sentido le inyecta nuevo impulso y, tal vez lo más importante, es un alivio para la población civil y una noticia importante para el sector petrolero tan golpeado por los precios del crudo como por la guerrilla.

Lo pactado en Quito es lo que el país espera. Es un paso ideal porque incluye decisiones como la suspensión de cualquier secuestro, el pacto de no instalar artefactos antipersonales, frenar los atentados contra los oleoductos o el reclutamiento de menores, y de parte del Gobierno, el reforzamientos de las alertas tempranas para prevenir atentados y asesinatos de líderes sociales. Aunque no es clara la declaración sobre si sigue la “vacuna” a ganaderos, productores de coca y transportadores. Pero el problema del anuncio es que una es la posición de Pablo Beltrán y otra la de Pablito, jefe del Domingo Laín en Arauca, cuya aval está por verse.

Este anuncio, por lo demás, obligó al Gobierno a revisar su posición frente al cese del fuego. Mientras con las Farc solo se dio a partir del cierre de la negociación en agosto de 2016, con el Eln se acuerda cuando no hay mayores avances en la agenda. Es una apuesta grande en la que se pone a prueba la seriedad del proceso y le servirá al gobierno para saber si vale la pena seguir y al ELN que está en Quito demostrar qué tan unificado está el mando. Cualquier golpe al tubo petrolero o el secuestro de un arrocero del Casanare podrían hacer pensar a la opinión que solo se trató de un gesto para la visita del papa Francisco y que la paz con ese grupo aún está lejos.

www.caracol.com

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