– Mariano, parece que quieres más al perro que a mí – – Que no, tonta, que los quiero igual.
– Mi amor, hoy estamos de aniversario de matrimonio, ¿por qué no matamos un pollo? ¿Y qué culpa tiene el pollo? ¿por qué no matamos a tu hermano que fue el que nos presentó?
– ¿Se enojó mucho tu mujer ayer por quedaste un rato más a jugar a las cartas? – No, total, estos cuatro dientes me los tenía que sacar.
Dos caballeros que se movían muy de prisa en el interior de un hipermercado con sus carritos de compras se chocan. Uno le dice al otro: Perdóneme usted, es que busco a mi señora .¡Que coincidencia! Yo también, estoy ya desesperado. Bueno, tal vez le pueda ayudar. ¿Cómo es su señora?
Es alta, de pelo castaño claro, ojos verdes, piernas bien torneadas, en fin, muy bonita, ¿Y la tuya? Con esa descripción, olvídate de la mía ,vamos a buscar la tuya.
¿Papá qué es la política? -Hijo, imagínate nuestra casa. Yo represento al capitalismo porque soy el que trae el dinero a casa. Tu madre es el gobierno porque administra el dinero. La criada es la clase obrera porque se ocupa de las tareas más pesadas. Tú eres el pueblo porque gozas de los beneficios del sistema. Y tú hermanito pequeño es el futuro del país.
¿Entendiste? -No papá, no lo entiendo. – Bueno no te preocupes, ya lo entenderás cuando seas mayor.
Esa noche el niño es despertado por el llanto persistente de su hermanito. Va a verlo a la cuna y encuentra que está cagado hasta la cintura y que alguien debería cambiarle los pañales. Va a la habitación de sus padres a pedir ayuda y ve que su padre no está, su madre duerme profundamente roncando panza arriba y no logra despertarla. Entonces decide acudir a la criada, entra en su cuarto y encuentra a su padre haciendo el amor con ella. Al día siguiente, el niño le dice al padre: -Papá, anoche entendí lo que es la política. -A qué bien! Bueno, ¿qué es? -Mientras el capitalismo jode a la clase obrera, el gobierno duerme panza arriba sin importarle nada, al pueblo nadie le hace caso y el futuro está de mierda hasta las orejas.